La reciente propuesta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para desarrollar un avanzado escudo antimisiles denominado «Cúpula Dorada» ha generado reacciones encontradas en el ámbito internacional, particularmente en Rusia, China y Canadá.
El Kremlin expresó que, aunque considera el proyecto estadounidense un «asunto soberano» de Estados Unidos, estima necesario realizar consultas bilaterales debido a las implicancias estratégicas y de seguridad global que podría tener este sistema.
Por otro lado, China manifestó una «seria preocupación» frente a la iniciativa norteamericana, calificándola como una amenaza potencial para la estabilidad estratégica internacional. La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, destacó que el sistema violaría principios del Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967, específicamente sobre el uso pacífico del espacio, y solicitó a Washington que abandone el proyecto para favorecer la confianza mutua entre grandes potencias.
La propuesta de Trump, formalizada a través de una orden ejecutiva emitida poco después de asumir el cargo en enero, prevé el despliegue de interceptores espaciales capaces de neutralizar misiles balísticos e hipersónicos, aludiendo a amenazas como «la más catastrófica» para la seguridad de Estados Unidos. El presidente comparó el sistema con la «Cúpula de Hierro» de Israel, cuya efectividad ha sido demostrada en la defensa ante ataques provenientes de Irán y otros actores regionales.
El gobierno canadiense informó estar en conversaciones activas con Estados Unidos para evaluar su posible participación en el sistema «Cúpula Dorada», a pesar de las críticas internas y externas sobre la viabilidad y el costo económico de dicho proyecto, inicialmente estimado en 175.000 millones de dólares.
Diversos expertos internacionales han planteado dudas sobre la viabilidad técnica y económica del sistema, advirtiendo que Estados Unidos, debido a su extensión territorial, enfrenta desafíos logísticos y presupuestarios significativamente mayores que los de Israel.
En contraste, defensores del proyecto destacan la creciente sofisticación de arsenales de países como Rusia, China, Corea del Norte e Irán, argumentando que la seguridad nacional requiere medidas preventivas avanzadas.
El debate internacional sobre la implementación del escudo «Cúpula Dorada» continuará siendo centro de atención mientras avanzan las negociaciones diplomáticas y técnicas, en un contexto marcado por tensiones globales en materia de defensa y seguridad.