En Chile, un innovador proyecto científico busca transformar el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, un trastorno neurodegenerativo que afecta a más de 10 millones de personas en el mundo y cuya incidencia se ha duplicado en los últimos 25 años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El investigador a cargo es el Dr. Patricio Arrué, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), quien lidera el estudio financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt) en su línea de Iniciación. Su objetivo: desarrollar una prueba objetiva, rápida y no invasiva para la detección temprana del Parkinson, mucho antes de que aparezcan los conocidos temblores que marcan el diagnóstico tradicional.
El proyecto, titulado “Evaluación de la desregulación autonómica dinámica en la enfermedad de Parkinson: desde la etapa prodrómica hasta las etapas severas”, se centra en el estudio del Sistema Nervioso Autónomo (SNA), que regula funciones vitales como la respiración, la frecuencia cardíaca y la digestión. Este sistema se ve afectado en etapas muy tempranas del Parkinson, por lo que su evaluación dinámica puede abrir una ventana crítica para el diagnóstico precoz.
Según explicó el Dr. Arrué, “el test que estamos desarrollando cuantifica la interconexión entre la función cardíaca y motora durante un ejercicio físico breve, lo que permite medir la desregulación autonómica en sus primeras señales”.

Cómo funciona el test
La prueba consiste en un ejercicio simple, de 20 segundos, que requiere realizar flexiones y extensiones rápidas del brazo. Mientras tanto, se registran simultáneamente datos cardíacos y biomecánicos mediante un electrocardiograma y un giroscopio. Posteriormente, se aplican herramientas matemáticas avanzadas, como el mapeo cruzado convergente (CCM), para evaluar el grado de disfunción del SNA.
Esta metodología permitiría detectar el deterioro neurológico cuando solo entre un 10% y un 20% de las neuronas dopaminérgicas han muerto, en contraste con los diagnósticos actuales que se producen cuando ya se ha perdido cerca del 50% de estas células cerebrales.
“Esto mejora sustancialmente la calidad de vida que podrían llevar estos pacientes, y a eso apunta el futuro de la medicina: lograr predecir la enfermedad sin tener síntomas severos”, destacó el académico.
Hacia una herramienta doméstica
Además, el Dr. Arrué visualiza un gran potencial para aplicar esta tecnología a través de dispositivos de uso cotidiano, como relojes inteligentes. Gracias a los sensores integrados en estos dispositivos, se proyecta el desarrollo de una aplicación móvil que permita realizar una evaluación autónoma y preventiva desde el hogar.
Este avance representa un significativo paso hacia la medicina personalizada y preventiva, posicionando a Chile en la vanguardia de la investigación biomédica para enfermedades neurodegenerativas.