El Banco de Chile cierra su sucursal en la comuna de Molina, Región del Maule, trasladando sus operaciones a la oficina ubicada en calle Estado 390, en la ciudad de Curicó. Esta decisión se suma al cierre efectuado anteriormente en la comuna de Machalí, Región de O’Higgins, donde dejó de operar la oficina emplazada en avenida Alberto Hurtado con Escrivá de Balaguer.
Ambas sucursales formaron parte de una etapa de expansión del banco entre 2010 y 2011, periodo en el que se abrieron 12 nuevas oficinas en el país, incluyendo también comunas como La Serena, Talcahuano, Purranque, Quintero y La Reina.
A partir del lunes 4 de agosto, la oficina de Molina dejará de atender público, y los clientes deberán trasladarse a Curicó para acceder a atención presencial.
Una tendencia que se extiende en la banca chilena
La disminución en el número de sucursales no es un fenómeno aislado. Según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), durante 2024 los bancos en Chile cerraron 62 oficinas de atención a público, lo que equivale a una reducción del 4% en un año. En total, la banca terminó el año pasado con 1.461 sucursales, lejos de las 2.362 que existían en 2014, lo que refleja una baja acumulada del 38% en una década.
Solo el Banco de Chile cerró 37 sucursales durante el último año, seguido por Itaú con 12, Santander con 11 y Scotiabank con 7. En sentido contrario, BancoEstado fue el único que amplió su cobertura con la apertura de 14 nuevas oficinas, alcanzando las 420 a nivel nacional.
Digitalización, atención remota y pérdida de empleos
El proceso de transformación digital ha sido clave en esta tendencia. La banca ha reforzado sus canales virtuales y ha implementado nuevos modelos de atención, como las llamadas “sucursales remotas”, donde ejecutivos operan desde oficinas sin contacto directo con el público, pero mantienen atención a distancia por vía telefónica o digital.
A esta transformación se suma una disminución en la dotación de personal. En 2024, los bancos redujeron en 913 su número de trabajadores, acumulando más de 5.100 empleos perdidos en la última década. El Banco de Chile, en particular, registró una baja de 445 trabajadores en ese mismo periodo reciente, totalizando 9.919 empleados a fines del año pasado.
Un banco ligado a la historia de la Teletón
Cabe destacar que desde 1978 el Banco de Chile ha sido reconocido por su rol como institución recaudadora oficial de la Teletón, habilitando tradicionalmente una extensa red de sucursales para recibir donaciones en todo el país. Sin embargo, con el cierre sostenido de oficinas físicas, muchos usuarios han debido migrar forzosamente a canales digitales, lo que ha generado preocupación entre adultos mayores y comunidades con menor acceso tecnológico.
