Al menos 140 ballenas “piloto” de al menos 6 metros de largo, murieron tras quedar varadas en una playa remota de Nueva Zelanda, conservacionistas y voluntarios esperan que aproximadamente otros 60 cetáceos que también quedaron atrapados puedan sobrevivir, intentando reflotarlos,
Los casi 200 cetáceos que quedaron atrapados el viernes constituyen uno de los registros más elevados en los últimos años y llevó a 80 trabajadores y voluntarios a participar en su rescate.
Para la noche del sábado, 140 de las ballenas habían muerto, dijo el jefe del área del Departamento de Conservación, Andrew Lamason.
“Hemos tenido un muy buen equipo de voluntarios y la gente quería venir de todas partes del país”
A su vez, Lamason dijo que los trabajadores y voluntarios trabajaron durante todo el día para mantener regadas y cubiertas a las ballenas sobrevivientes, antes de poder reflotarlas durante la marea alta, con la llegada de la noche.
“Hemos tenido un muy buen equipo de voluntarios y la gente quería venir de todas partes del país”, dijo Lamason.
Se espera que las ballenas sobrevivientes se trasladen a aguas más profundas, pero advirtió que aunque hay grandes esperanzas para su supervivencia, en otras ocasiones las ballenas que han sido reflotadas acaban regresando y vuelven a quedar varadas.
Los expertos describen Farewell Spit como una trampa para las ballenas debido a la forma en que sus aguas poco profundas parecen confundir a estos cetáceos y afectan su capacidad de nadar.