Un grupo de científicos de renombre internacional ha anunciado el desarrollo de una revolucionaria tecnología de vacunas, denominada «vacunología proactiva», diseñada para proteger contra una amplia gama de coronavirus potenciales, incluso aquellos aún no identificados. Esta nueva estrategia ha sido validada en estudios con ratones y podría marcar un antes y un después en la prevención de futuras pandemias.
Investigadores de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Oxford y el Instituto Tecnológico de California (Caltech) han colaborado para crear la vacuna «Quartet Nanocage». Esta innovación utiliza una nanopartícula que actúa como una especie de ‘superpegamento proteínico’ para unir cadenas de diferentes antígenos virales. Estos antígenos son comunes a varios coronavirus, incluidos el SARS-CoV-1 y el SARS-CoV-2, así como varios coronavirus que actualmente circulan entre murciélagos y que podrían transmitirse a humanos.
La vacuna ha demostrado su capacidad para inducir una respuesta inmunitaria no solo contra los coronavirus incluidos en su diseño, sino también contra otros no representados en la misma. Esta capacidad se deriva del entrenamiento del sistema inmunitario para reconocer y atacar regiones específicas del virus que son comunes a muchos coronavirus.
Los resultados de este estudio, publicados este lunes en la revista Nature Nanotechnology, ofrecen una perspectiva alentadora sobre la capacidad de prevenir futuras emergencias sanitarias antes de que ocurran. «No tenemos que esperar a que surjan nuevos coronavirus. Sabemos lo suficiente sobre los coronavirus y sus respuestas inmunitarias para empezar a construir vacunas protectoras contra futuros virus desconocidos», explica Mark Howarth, científico de la Universidad de Cambridge y coautor principal del estudio.
La «Quartet Nanocage» se caracteriza por su diseño simplificado, lo que podría facilitar su rápida transición a ensayos clínicos. Los investigadores anticipan que la primera fase de pruebas clínicas podría comenzar a principios de 2025. Además, la tecnología subyacente tiene el potencial de adaptarse para el desarrollo de vacunas contra una variedad de otras amenazas para la salud.
Este avance representa un importante paso adelante en la preparación global frente a pandemias, destacando el poder de la innovación científica y la colaboración internacional en la lucha contra enfermedades virales emergentes.
