El Laboratorio de Patología Vegetal y Bioproductos del Departamento de Recursos Ambientales de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Tarapacá ha logrado un importante avance en el campo de la agricultura sostenible con el desarrollo y patentamiento de un bioestimulante y un biofungicida innovadores.
El bioestimulante, basado en una bacteria del género Pseudomonas, ha sido diseñado para potenciar los cultivos de hortalizas en el extremo norte sin causar daños al medio ambiente ni a personas ni animales. Esta innovación, que cumple con los más altos estándares de inocuidad, ha sido licenciada a la empresa de base científico-tecnológica Bioprotegens Innovation SpA. La empresa será responsable de definir la formulación y el formato comercial para su distribución.
El Dr. Germán Sepúlveda, destacado investigador y académico de la Universidad de Tarapacá, explicó que este bioestimulante actúa como promotor del crecimiento vegetal, siendo generado o impulsado por el mismo microorganismo o sus metabolitos. Además, resaltó su capacidad para colonizar eficazmente las raíces de las plantas sin causar enfermedades, lo que lo convierte en un aliado fundamental para la agricultura en condiciones adversas como las del norte de Chile.
El Dr. Sepúlveda también anunció que junto a Bioprotegens Innovation SpA se llevarán a cabo evaluaciones para determinar la eficacia del bioestimulante en la prevención de problemas de pudrición de la madera en frutales y vides en la zona centro-sur del país.
Por otro lado, se ha licenciado un biofungicida basado en microorganismos que contrarrestan o limitan el establecimiento de fitopatógenos en los cultivos. En este caso, se trata de «microorganismos antiguos» (cepa de Pseudomonas Lini S57), que representan otra herramienta innovadora para promover una agricultura más saludable y sostenible.
Este importante avance en biotecnología agrícola ha sido posible gracias al trabajo del equipo de investigación liderado por el Dr. Germán Sepúlveda, en colaboración con el biotecnólogo Patricio Muñoz Torres y las ingenieras agrónomas Mabel Arismendi Macuer y Stefanny Cárdenas Ninasivincha.
