La Fiscalía Local de Linares obtuvo una condena de 18 años de presidio mayor en su grado máximo para P.A.F.G., quien fue encontrado culpable de violar y abusar sexualmente de su hijastra durante un periodo de siete años. Los delitos ocurrieron en la comuna de Longaví, desde el año 2015 tanto en el hogar familiar como en el lugar de trabajo del acusado, comenzando cuando la víctima tenía solo 9 años, vejaciones que ocurrieron reiteradamente por un lapso de 7 años.
Mónica Cánepa, fiscal especialista en delitos sexuales, destacó la importancia de las pruebas presentadas, que incluyeron 34 medios de prueba entre testimonios, pericias, documentos y otros materiales. La declaración de la afectada y sus familiares fue crucial para el desarrollo del caso.
“Lo interesante del juicio en definitiva es que se lograron acreditar distintos hechos ocurridos en el tiempo, sin establecerse las fechas específicas de cada uno por la imposibilidad que eso conlleva para niños poder determinar cuándo ocurren de manera reiterada. El tribunal estima acreditados los hechos, condenando al imputado a una pena única de 18 años de presidio mayor en su grado máximo, pena que nos tiene bastante satisfechos donde se contó con pruebas suficientes para acreditarlos y donde fue muy importante la propia declaración de la afectada en el juicio y de sus familiares”, manifestó la fiscal.
El tribunal reconoció como agravante el hecho de que la víctima estaba al cuidado y bajo la responsabilidad del condenado, resaltando la vulnerabilidad de la menor y la gravedad de los abusos.
