Un atentado suicida perpetrado este domingo al interior de la iglesia de Mar Elías, ubicada en la capital siria de Damasco, dejó al menos 20 personas fallecidas y cerca de medio centenar de heridos, según confirmaron el Ministerio de Salud y las fuerzas de seguridad del país.
El ataque se produjo mientras se celebraba una misa dominical, momento en que un individuo ingresó al templo y detonó los explosivos que portaba. Medios estatales sirios identificaron al responsable como un atacante suicida vinculado al grupo terrorista Estado Islámico (ISIS), quien también abrió fuego antes de inmolarse con un cinturón explosivo.
Las autoridades desplegaron un amplio operativo de seguridad en los alrededores del templo, mientras se investiga lo ocurrido. La identidad del atacante no ha sido revelada oficialmente.
De acuerdo con el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, la iglesia se encontraba repleta de fieles al momento de la explosión. La organización, que monitorea el conflicto desde el inicio de la guerra en 2011, calificó este hecho como el primer ataque de esta magnitud en la capital siria en varios años. Además, alertó sobre la presencia activa de “células terroristas” en el sur de Damasco, las cuales buscarían desestabilizar la frágil paz civil mediante atentados contra lugares de culto.
La defensa civil siria informó preliminarmente de al menos 15 fallecidos, cifra que más tarde fue actualizada a 20 víctimas fatales. El Ministerio del Interior confirmó que el atentado fue obra de un miembro del Estado Islámico, en lo que representa una preocupante reactivación de la organización extremista en suelo sirio.
Recrudecimiento del terrorismo en Siria
El ataque de este domingo ocurre semanas después de otros hechos de violencia atribuidos al Estado Islámico. El pasado 10 de junio, el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) abatió a un combatiente del grupo yihadista en el noreste del país, identificado como Rakhim Boev, quien habría estado involucrado en la planificación de atentados fuera de Siria.
Asimismo, el 29 de mayo, el grupo reivindicó un atentado en la provincia de Sweida, donde un artefacto explosivo afectó un vehículo militar del gobierno sirio, dejando varios heridos y al menos un fallecido.
Si bien el Estado Islámico fue debilitado severamente tras las campañas ofensivas lideradas por Estados Unidos y fuerzas kurdas en 2019, recientes incidentes muestran su capacidad para reorganizarse y ejecutar ataques selectivos, especialmente en zonas sensibles como templos religiosos y objetivos militares.
En este contexto, gobiernos de la región y actores internacionales han renovado los llamados a reforzar la cooperación en materia de seguridad y lucha contra el extremismo, ante el temor de un posible resurgimiento del grupo terrorista en Medio Oriente.