La decisión fue anunciada por el presidente Donald Trump en medio de una escalada de tensiones con Caracas, que incluye incautaciones marítimas, advertencias aéreas y un reforzado despliegue militar en el Caribe.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó un bloqueo total y completo a todos los barcos petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, en una medida que profundiza la presión de Washington sobre el gobierno de Nicolás Maduro y eleva el nivel de confrontación bilateral.
La instrucción fue comunicada directamente por el mandatario a través de sus redes sociales, donde afirmó que Venezuela se encuentra rodeada por “la Armada más grande jamás reunida en la historia de Sudamérica”, advirtiendo que este despliegue continuará en expansión hasta que, según sus palabras, el país “devuelva a Estados Unidos el petróleo, las tierras y otros activos que nos robaron previamente”.
En su declaración, Trump sostuvo que el régimen venezolano utiliza los recursos petroleros para financiar actividades ilícitas, entre ellas narcotráfico, terrorismo, trata de personas, asesinatos y secuestros, señalando además que Washington ha designado al régimen de Maduro como una organización terrorista extranjera. Bajo ese argumento, el presidente estadounidense formalizó la orden de bloqueo a las embarcaciones sancionadas.
El mandatario también vinculó la medida con la política migratoria, asegurando que inmigrantes ilegales y criminales enviados a Estados Unidos por el gobierno venezolano están siendo devueltos a Venezuela “a un ritmo acelerado”, en contraste con lo que calificó como una gestión “débil e inepta” de la administración anterior.
La decisión presidencial se produce días después de que Estados Unidos interceptara y confiscara un petrolero frente a las costas venezolanas, un episodio que incrementó la tensión entre Washington y Caracas. De acuerdo con The New York Times, la embarcación, identificada como Skipper y que navegaba bajo falsa bandera de Guyana, fue incautada por orden judicial estadounidense debido a vínculos previos con el contrabando de petróleo iraní, aunque en esta ocasión transportaba crudo venezolano.
Este operativo se enmarca en un despliegue aeronaval estadounidense en el Caribe, activo desde agosto, que ha sido presentado por la Casa Blanca como parte de su estrategia antidrogas, pero que el gobierno de Maduro ha denunciado como una amenaza directa y un intento de promover un cambio de régimen.
Reacciones de Irán y advertencias aéreas
Irán, uno de los principales aliados de Venezuela, ha criticado reiteradamente la política estadounidense, calificándola de “intimidatoria, intervencionista y peligrosa”. En ese contexto, el presidente iraní Masoud Pezeshkian sostuvo una conversación telefónica con Nicolás Maduro, reiterando su respaldo frente a lo que describió como “provocaciones hostiles” de Estados Unidos.
En paralelo, la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) renovó su advertencia a las aerolíneas comerciales sobre el deterioro de la seguridad al sobrevolar Venezuela, recomendando extremar precauciones en la región de información de vuelo (FIR) de Maiquetía, que abarca el espacio aéreo venezolano y zonas del sur y este del Caribe.
La medida, vigente hasta el 19 de febrero de 2026, responde al escenario de creciente tensión regional y a operativos antinarcóticos del Comando Sur, además de recientes declaraciones del presidente Trump sobre posibles acciones contra el narcotráfico en la zona. La FAA advirtió que las amenazas podrían afectar a las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo fases de despegue, aproximación y operaciones en tierra.
Tras una primera alerta emitida el 22 de noviembre, varias aerolíneas modificaron o suspendieron vuelos hacia Venezuela. En ese contexto, Copa Airlines anunció la extensión de la suspensión temporal de sus operaciones desde y hacia Caracas hasta el 15 de enero, a la espera de que la pista principal del Aeropuerto Internacional de Maiquetía vuelva a estar operativa.
Finalmente, Donald Trump comunicó el 29 de noviembre, a través de su red social Truth, que el espacio aéreo venezolano permanecerá “cerrado en su totalidad”, reforzando el impacto de las medidas adoptadas tanto en el ámbito marítimo como aéreo, en un escenario de alta incertidumbre regional.

