Soldados israelíes interceptaron este lunes una embarcación civil que transportaba ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza, en la que viajaban activistas internacionales, incluida la conocida ambientalista Greta Thunberg. El barco, identificado como Madleen, fue desviado hacia las costas israelíes tras lo que autoridades calificaron como un intento de “provocación mediática”.
La información fue difundida inicialmente por la organización Flotilla de la Libertad, la cual denunció la pérdida de contacto con la embarcación a través de la aplicación Telegram, y compartió una fotografía que muestra a los tripulantes con chalecos salvavidas y las manos en alto. Según reporta BBC Mundo, esta imagen no ha podido ser verificada de manera independiente.
Poco después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel confirmó que la Madleen navegaba “de forma segura hacia las costas de Israel”, asegurando que los pasajeros se encontraban “ilesos” y que serían “repatriados a sus países de origen”. El ministerio calificó al barco como un “yate de selfis” ocupado por “celebridades”, y publicó imágenes de los activistas recibiendo comida y agua a bordo.
La cancillería israelí acusó al grupo de intentar “montar una provocación mediática con el único propósito de ganar notoriedad”, señalando que el barco transportaba menos ayuda de la que cabe en un camión. “Hay maneras de entregar ayuda a la Franja de Gaza; no se trata de selfis en Instagram”, declaró un vocero.
Por su parte, los organizadores de la flotilla indicaron que el barco zarpó el 1 de junio desde Sicilia con ayuda simbólica —entre ella, arroz y fórmula para bebés—, y estaba tripulado por ciudadanos de Brasil, Francia, Alemania, Países Bajos, España, Suecia y Turquía. Además, afirmaron haber previsto una eventual interceptación israelí y consideraron el abordaje como un acto ilegal.
“El Madleen es una embarcación civil, desarmada y que navega en aguas internacionales, transportando ayuda humanitaria y a defensores de los derechos humanos de todo el mundo… Israel no tiene derecho a obstruir nuestro esfuerzo por llegar a Gaza”, declaró Hay Sha Wiya, vocera del grupo. “No nos dejaremos intimidar. El mundo está mirando”.
Israel sostiene que el bloqueo marítimo, vigente desde 2007, es necesario para impedir el ingreso de armas a Gaza y frenar a militantes de Hamás. El ministro de Defensa, Israel Katz, afirmó que había instruido a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para impedir la llegada de la flotilla “del odio”, calificando su interceptación como una medida de seguridad esencial.
En contraste, la Flotilla de la Libertad califica el bloqueo como ilegal y acusa a Israel de “uso desproporcionado de la fuerza” contra civiles. El episodio evoca el trágico antecedente de 2010, cuando comandos israelíes mataron a diez personas en el abordaje del barco turco Mavi Marmara, que también transportaba ayuda hacia Gaza.
Crisis humanitaria persistente
El bloqueo y los continuos enfrentamientos han agravado la crisis humanitaria en Gaza. Según cifras del Ministerio de Salud gazatí, más de 54.800 personas han muerto desde el inicio de la ofensiva militar israelí tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023. El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk, advirtió recientemente que los palestinos enfrentan “la elección más sombría: morir de hambre o arriesgarse a ser asesinados”.
Israel ha permitido recientemente el ingreso limitado de ayuda a través de un canal humanitario respaldado por EE. UU. y criticado por organismos independientes.
