La lluvia no a sido impedimento para que miles de peregrinos llegasen hasta el santuario Santa Rosa de pelequen , a pagar sus promesas a la virgen.
En un templo repleto de feligreses, mas autoridades eclesiásticas y de gobierno como la presencia de la intendente de O’Higgins, Morín Contreras y autoridades comunales, se desarrolla en el templo, la misa central de celebración del día de la virgen de Lima.
El Santuario existe en el lugar hace más de cien años. La historia cuenta que después de la Guerra contra la Confederación Perú- Boliviana un oficial Chileno trajo para el servicio doméstico a un “cholito” del Perú. Caminando hacia sus dominios, cerca de Nancagua, quedaron empantanados cerca del caserío llamado Pelequén. En tal situación los auxilió Doña María Terán, en cuya vivienda quedó albergado el “Cholito”, pues sufría de fiebre tifoidea y no estaba en condiciones de seguir viaje. Ante los requerimientos de la dueña de casa, el peruano descubrió el tesoro que guardaba en un arcón de madera: la milagrosa imagen de Santa Rosa de Lima, su coterránea. Ante la imagen sagrada, ambos pidieron por la salud del enfermo, el cual al día siguiente amaneció totalmente recuperado. Esto sucedía en el año 1840. Rápidamente la noticia se supo entre los vecinos, que inmediatamente vinieron a conocer la imagen, a quien imploraron diversos favores. Recuperado, el peruano dejó su imagen querida, a la que le hicieron una gruta donde acudieron cientos de personas a pedir favores y a pagar mandas. Las autoridades eclesiásticas decidieron que la imagen fuera trasladada la Parroquia de Malloa. Sin embargo, según cuenta la tradición, más se demoraban en trasladar la imagen a Malloa, que en aparecer está de vuelta, lo que llevó a las autoridades de la época a establecer como lugar de veneración a Santa Rosa en Pelequén. El primer templo fue una capilla de tipo rural, que con el tiempo fue creciendo hasta configurarse en el actual Santuario, construido después del terremoto de Chillán.
Contemporáneamente al establecimiento del primer lugar de culto, se descubrió la cantera de piedra rosada típica del lugar. Además se fueron construyendo casas, trazando calles, surgiendo así el nuevo pueblo de Pelequén en torno al Santuario. El antiguo caserío quedó con el nombre de Pelequén Viejo. El 30 de agosto, día en que se celebra a Santa Rosa, más de 300 mil peregrinos llegan a Pelequén, pero el Santuario recibe visitantes durante todo el año. Durante la fiesta de Santa Rosa se realizan misas cada una hora desde las 6 de la mañana hasta las 8 de la tarde. Más de 30 sacerdotes atienden confesiones.