Superintendente advierte pérdidas superiores a 20 millones y reconoce que el cierre del cuartel es una alternativa si no se refuerza la seguridad
RANCAGUA, REGIÓN DE O’HIGGINS – La 7ª Compañía de Bomberos de Rancagua atraviesa un escenario crítico luego de sufrir, por tercer año consecutivo, una serie de robos en un lapso de apenas mes y medio. Los hechos, que nuevamente afectaron al cuartel ubicado en el sector oriente de la ciudad, fueron confirmados por el superintendente del Cuerpo de Bomberos de O’Higgins, Raúl Montecinos, quien entregó declaraciones al diario El Rancagüino.
Según explicó la autoridad al medio, las pérdidas materiales ya superan los 20 millones de pesos, afectando principalmente el equipamiento del carro bomba de la unidad, actualmente en reparación. “Cuando regrese del taller, el carro va a quedar con cerca del 50% menos de su equipamiento. Esto afecta a la comunidad, especialmente en un sector conflictivo en cuanto a emergencias estructurales”, indicó Montecinos.
Ante la inseguridad persistente, Bomberos evaluó la construcción de un muro perimetral para reforzar las instalaciones. Sin embargo, la obra tendría un costo superior a 30 millones de pesos, lo que elevaría el perjuicio total a más de 50 millones, cifra calificada por la institución como un “costo institucional altísimo”.
La situación será abordada en dos semanas por el Directorio General del Cuerpo de Bomberos, instancia que evaluará eventuales medidas drásticas, entre ellas el cierre del cuartel. Consultado sobre esta posibilidad, Montecinos señaló al Rancagüino que “cerrar la compañía sería una medida extrema, pero si no se logra mejorar la seguridad, podría evaluarse. Estamos frente a una situación de inseguridad grave”.
En caso de concretarse el cierre, el material operativo sería distribuido entre otros cuarteles de la ciudad, mientras que los voluntarios serían reasignados principalmente a la 5ª y 6ª Compañía, las más próximas al sector oriente.
El superintendente informó que ya se reunió con el Seremi de Seguridad, quien comprometió un levantamiento de las condiciones del cuartel y un aumento de patrullajes en el perímetro. Asimismo, se coordinarán acciones con el municipio de Rancagua para evaluar medidas adicionales desde seguridad pública.
La 7ª Compañía fue construida luego del incendio de 2006 —donde falleció un menor de edad— hecho que movilizó a las juntas de vecinos a impulsar la creación de esta unidad, que desde entonces ha tenido un rol clave en una de las zonas con mayor frecuencia de emergencias estructurales.
Montecinos también recordó, el cambio en el entorno de seguridad: “Hace 20 o 30 años los cuarteles quedaban abiertos cuando salíamos a una emergencia, y los vecinos incluso cuidaban el lugar. Hoy pasa lo contrario: esperan que no haya gente para entrar”.
A pesar de los reiterados robos, la compañía continúa operativa, a la espera del análisis que realizará el Directorio en las próximas semanas para determinar su futuro.

