Una profunda crisis ambiental, económica y social atraviesan actualmente los habitantes de Vichuquén, producto de la severa contaminación que afecta al lago que da nombre a la comuna. Lo que alguna vez fue un emblemático destino turístico de la Región del Maule, hoy enfrenta un grave deterioro de su ecosistema, con consecuencias directas en el sustento de cientos de familias.
Desde hace algunos meses, las aguas del lago Vichuquén han experimentado un alarmante cambio de color, pasando de su característico azul oscuro a un tono verde viscoso, acompañado de malos olores. Este fenómeno responde a un bloom —o florecimiento— de la microalga Microcystis aeruginosa, reconocida por su alta toxicidad y capacidad de alterar ecosistemas acuáticos.
El impacto ha sido severo. Más del 85% de la población comunal depende de actividades asociadas directa o indirectamente al lago, como el turismo, el comercio, la pesca artesanal, la artesanía y el arriendo de cabañas. La contaminación ha paralizado estas actividades, generando un efecto devastador en la economía local.
La comunidad ha expresado su preocupación ante la falta de respuestas oportunas por parte de las autoridades. “Esto afecta a toda la comunidad, directa o indirectamente. Todos vivimos de esto, todos trabajamos en torno a este recurso, de una u otra forma”, manifestaron vecinos afectados.
Tras años de solicitudes, este miércoles se concretó una reunión en Curicó que convocó a más de diez servicios públicos, representantes de la Municipalidad de Vichuquén y una organización ambiental. El encuentro fue articulado por un organismo de Gobierno con el objetivo de analizar la situación y avanzar en un plan de acción que permita recuperar el equilibrio ecológico del lago y mitigar sus impactos económicos.
La comunidad espera que esta instancia marque el inicio de soluciones concretas y urgentes, que impidan que el lago Vichuquén se transforme, de forma irreversible, en un cuerpo de agua estancada y contaminada.