El diputado Benjamín Moreno criticó duramente la decisión del Ministerio de las Culturas de financiar con recursos públicos la construcción del Museo de la Memoria en Concepción, cuyo costo asciende a $7.000 millones, además de comprometer cerca de $500 millones mensuales para su funcionamiento. El proyecto será ejecutado por el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, luego de que el Gobierno Regional del Bío Bío reconociera no contar con presupuesto para la iniciativa.
Para el parlamentario, esta decisión refleja una vez más el uso ideológico de los recursos públicos y la desconexión del Ejecutivo con las prioridades sociales del país.
“El Gobierno vuelve a demostrar que sus prioridades no están donde debieran. En lugar de atender las necesidades reales de los chilenos, como una mejor salud, más seguridad, caminos rurales o agua potable, decide gastar miles de millones en proyectos simbólicos que solo buscan reforzar su relato político”, señaló Moreno.
Durante un Concejo Municipal extraordinario en Concepción, se discutió por más de dos horas la posibilidad de revocar el permiso de uso del terreno en el Parque Bicentenario, donde se pretende emplazar el museo. Sin embargo, casi al cierre de la sesión, se informó que el Ministerio ya había asegurado el financiamiento total de la obra. Para el diputado, esta situación demuestra la falta de sentido de prioridad en la administración del Estado.
“Mientras los hospitales colapsan, los agricultores pierden todo en los incendios y los adultos mayores esperan meses por una atención médica, el Gobierno insiste en destinar recursos a proyectos que no generan ningún beneficio real para las familias”, afirmó.
Moreno agregó que este tipo de decisiones refleja exactamente el tipo de Estado que los ciudadanos no quieren. “Este es el tipo de Estado que los chilenos no quieren: un Estado que gasta mal, que administra ideológicamente y que da la espalda a las prioridades sociales. Esta es la forma de administrar los recursos que tanto daño le ha hecho al país y a las familias chilenas”, enfatizó.
El diputado advirtió además que este tipo de gestiones deteriora la confianza en las instituciones públicas. “Es una de las miles de razones por las que cada día más chilenos desconfían de que sus recursos y sus ahorros sean administrados por este Gobierno. Cuando se gobierna para la ideología y no para las personas, el país entero termina pagando las consecuencias”, concluyó.