Expertos coinciden en que el impacto sobre la salud es menor, pero destacan la importancia de la higiene personal y de la ropa de cama.
LONDRES, REINO UNIDO – Una de las preguntas cotidianas más comunes es si conviene ducharse al comenzar el día o antes de ir a dormir. Un análisis difundido por BBC reunió opiniones de especialistas en microbiología y cuidado de la piel, que coinciden en que la decisión depende más de hábitos personales que de un impacto directo en la salud.
Quienes se duchan en la mañana argumentan que el agua caliente ayuda a despertar y eliminar el sudor y los microbios acumulados durante la noche, mientras que hacerlo en la noche permite acostarse fresco y limpio. Sin embargo, la microbióloga Primrose Freestone, de la Universidad de Leicester, advierte que, aunque una ducha nocturna elimina suciedad, sudor y polen, durante la noche el cuerpo sigue liberando hasta medio litro de sudor y miles de células cutáneas, lo que genera un microambiente que favorece bacterias y ácaros.
En este sentido, la profesora Holly Wilkinson, de la Universidad de Hull, subraya que “probablemente sea más importante lavar las sábanas con regularidad que ducharse por la noche”. Las bacterias y ácaros del polvo pueden acumularse durante semanas en la ropa de cama, aumentando el riesgo de alergias y, en personas vulnerables, problemas respiratorios.
Otro factor a considerar es el descanso. Un metaanálisis de 13 estudios reveló que una ducha o baño caliente de 10 minutos, tomado una o dos horas antes de dormir, puede reducir el tiempo necesario para conciliar el sueño, al favorecer procesos circadianos de regulación térmica.
Los expertos coinciden en que, más allá de la hora, lo relevante es la frecuencia y la higiene básica. Para personas con vida cotidiana normal, ducharse una vez al día o incluso dos veces por semana, con limpieza focal en zonas clave, puede ser suficiente. La decisión final dependerá de preferencias personales y del estilo de vida.