La exministra del Trabajo, Jeannette Jara, se convirtió este domingo 29 de junio en la ganadora de las Elecciones Primarias Presidenciales de Unidad por Chile, imponiéndose con claridad a sus contendores y consolidándose como la candidata única del oficialismo para las elecciones presidenciales de noviembre de 2025.
Los comicios registraron una baja participación electoral, con algo más de 1,4 millones de electores que acudieron a las urnas, 332 mil menos que en las primarias de 2021 y muy por debajo de los dos millones que esperaba el oficialismo.
A las 23:00 horas, el Servel publicó que, con el 99,87 % de las mesas escrutadas, Jeannette Jara, abanderada del Partido Comunista de Chile (PC), obtenía el 60,16 % de los votos, superando con holgura a Carolina Tohá (PPD), quien alcanzaba 385.379 votos, equivalentes al 28,07 %. Más atrás quedaron Gonzalo Winter (Frente Amplio), con 123.829 votos (9,07 %), y Jaime Mulet (Federación Regionalista Verde Social), con 37.659, equivalentes al 2,74 % de los votos.
En términos absolutos, Jara suma 825.835 votos, consolidando una posición que la proyecta como la figura que representará a Unidad por Chile en la contienda contra la derecha en noviembre.
Un liderazgo con sello de acuerdos
Su campaña se centró en propuestas ligadas a las “urgencias ciudadanas”, como la seguridad, la reforma de pensiones y el fortalecimiento de derechos laborales, temas que ya impulsó con éxito desde el Ministerio del Trabajo.
Durante su gestión ministerial, Jara fue protagonista de hitos como la Ley de 40 Horas, el aumento del salario mínimo, la Ley Karin y la negociación de la reforma previsional, que logró avanzar en un Congreso fragmentado, incluso con apoyos desde sectores opositores.
Estas credenciales reforzaron su perfil como una figura capaz de lograr acuerdos transversales, posicionándola como una opción presidencial con vocación de mayoría, según destacaron desde su comando.
Una jornada de contrastes
A pesar del éxito electoral, el triunfo de Jara no estuvo exento de tensiones internas. Llamó la atención la ausencia del presidente del Partido Comunista, Lautaro Carmona, y de la secretaria general Bárbara Figueroa durante su votación en Conchalí, donde ejerció su derecho en el liceo donde estudió en su infancia.
Consultada sobre la situación, Jara respondió que “a veces pasan cosas que a uno le gustaría que no ocurrieran”, dejando entrever diferencias dentro de su colectividad, especialmente frente a su estilo de conducción más conciliador.
Lo que viene: la unidad del progresismo
Con la primaria superada, Jara enfrenta ahora el desafío de ampliar su base de apoyo hacia el centro político. Uno de sus objetivos prioritarios será convocar a la Democracia Cristiana (DC), colectividad que ha evaluado presentar candidatura propia.
“Voy a tener que hacer mucho esfuerzo para convocar a la Democracia Cristiana, y ojalá pudiera llegar a este programa que va a ser unitario y de toda la centroizquierda chilena”, señaló tras conocer los resultados.
La exministra enfatizó que su meta es construir un programa presidencial representativo de una coalición amplia, que logre superar las divisiones que han marcado al oficialismo en los últimos años:
“Yo me estoy postulando para ser presidenta de Chile y representar en esto una coalición unitaria de la centroizquierda chilena”, sostuvo.
Con este resultado, Jeannette Jara se instala como la principal carta del oficialismo para las presidenciales del 16 de noviembre, en una contienda donde deberá enfrentar a una oposición fortalecida y a un electorado exigente que reclama gobernabilidad y soluciones concretas.