El Hogar de Cristo enfrenta una profunda crisis de financiamiento que ha obligado a su dirección a tomar la difícil decisión de cerrar 14 de sus 30 hospederías a nivel nacional, junto con cinco casas de acogida que funcionan en Santiago y Concepción. La medida, motivada por la disminución de recursos públicos y una baja sostenida en las donaciones, tendrá un impacto directo en la Región del Maule, donde se cerrarán tres hospederías ubicadas en Talca, Linares y Cauquenes, a partir del mes de septiembre.
La noticia ha generado preocupación entre autoridades y parlamentarios, especialmente por la relevancia que estos espacios tienen en la atención de personas en situación de calle y en condiciones de alta vulnerabilidad social. El diputado por el Maule, Jaime Naranjo, hizo un llamado urgente al Ministerio de Desarrollo Social y Familia para abordar esta situación:
“Sería lamentable que los sectores más vulnerables, como las personas adultas mayores, queden sin acceso a estos centros que han sido de tanta utilidad. El alza de los costos y la caída en las donaciones ponen en riesgo un servicio esencial. Llamamos al gobierno a enfrentar esta situación con urgencia”.
Desde la fundación explicaron que esta decisión forma parte de un proceso de transformación orientado a garantizar la sostenibilidad del Hogar de Cristo en el largo plazo. Según explicó la directora social de la institución, Liliana Cortés, los cierres se realizarán paulatinamente después del invierno, con el objetivo de asegurar la protección de las personas atendidas durante los meses más fríos del año.
Cortés agregó que el Hogar de Cristo mantiene presencia en más de 66 comunas del país, operando cerca de 200 programas que benefician a unas 30 mil personas anualmente. La institución se encuentra en conversaciones con el Ministerio de Desarrollo Social para coordinar la mantención de plazas de atención a nivel local.
En ese sentido, la fundación también hizo un llamado a los gobiernos locales y regionales a reforzar sus capacidades de atención, indicando que el Hogar de Cristo seguirá colaborando como complemento de la oferta estatal.
“Las personas en situación de calle no son responsabilidad exclusiva del Hogar de Cristo. Este es un problema país, que requiere de soluciones definitivas y de un compromiso conjunto”, enfatizó Cortés.