El intérprete, considerado una de las figuras más influyentes del teatro, cine y televisión nacional, deja un legado de más de seis décadas en la escena artística chilena.
SANTIAGO, CHILE – La mañana de este martes 28 de octubre, se confirmó el fallecimiento del reconocido actor chileno Héctor “Tito” Noguera Illanes, a los 88 años de edad.
Noguera fue una de las figuras más respetadas de las artes escénicas en Chile, con una trayectoria que abarcó más de 60 años en teatro, cine y televisión. Se desempeñó como actor, director, formador y académico, siendo un pilar fundamental del Teatro de la Universidad Católica y fundador del Teatro Camino, espacio dedicado a la creación y enseñanza teatral.
A lo largo de su carrera estrenó más de 160 montajes teatrales, integrando compañías como Teatro Ictus, Teatro de Comediantes y Teatro Q, y recorriendo escenarios de América y Europa. Su debut teatral ocurrió en 1958 con Esta señorita Trini, considerada la primera comedia musical chilena.
Entre sus interpretaciones más recordadas destacan Hamlet, El rey Lear, La pérgola de las flores, La remolienda y Deja que los perros ladren. En cine, participó en obras emblemáticas como El Chacal de Nahueltoro, La frontera, Subterra y El pa(de)ciente, consolidando su versatilidad artística.
En televisión, dejó huella con sus actuaciones en Sucupira, Romané, Pampa Ilusión, Machos, Perdona nuestros pecados, Casa de muñecos y Como la vida misma, y, más recientemente, Aguas de oro, teleserie de Mega en la que interpretaba a Ernesto Ruiz-Tagle hasta que su salud se lo permitió. Su presencia marcó distintas generaciones de espectadores y lo consagró como un referente del teatro y la pantalla nacional.
Nacido en Santiago el 8 de julio de 1937, fue padre de los actores Amparo, Emilia y Diego Noguera, y abuelo de las actrices Manuela Moreno y Catalina Stuardo. Desde 1991, integró la Academia Chilena de Bellas Artes, ocupando el sillón N.º 26, y fue también decano de la Facultad de Artes de la Universidad Mayor.
Durante su trayectoria recibió reconocimientos como el Premio Nacional de Artes de la Representación, el Premio APES en tres ocasiones y el Premio a la Trayectoria en los Premios Caleuche, distinciones que reflejan su aporte invaluable a la cultura chilena.
Su partida enluta al mundo artístico nacional y deja un legado que perdurará en generaciones de intérpretes formados bajo su influencia.

