Chilena alcanzó nuevamente el Top 12 mientras renuncias y acusaciones de manipulación remecen la organización internacional
BANGKOK, TAILANDIA – La representante chilena Inna Moll no logró avanzar al selecto grupo de cinco finalistas de Miss Universo 2025, pese a haber sido considerada entre las favoritas en días previos al certamen. El evento, realizado en el Impact Arena de Pak Kret, estuvo marcado por un ambiente tensionado debido a denuncias de manipulación y la renuncia de dos miembros del jurado a pocas horas de la final.
La chilena alcanzó nuevamente el Top 12, repitiendo la clasificación obtenida por Emilia Dides en la edición anterior. Sin embargo, no consiguió ingresar al Top 5, integrado finalmente por las representantes de Tailandia, Filipinas, Venezuela, México y Costa de Marfil.
Moll fue seleccionada inicialmente entre el grupo de 30 participantes, siendo una de las últimas en ser nombradas. Tras su desempeño en traje de baño, fue la primera en avanzar a la ronda final, acompañada por candidatas de Colombia, Cuba, Guadalupe, México, Puerto Rico, Venezuela y China, entre otras. En la pasada de gala, pese a una destacada presentación, quedó fuera de la etapa decisiva.
La corona de Miss Universo contempla un premio inicial de 250.000 dólares, así como un sueldo mensual de 50.000 dólares, además de vivienda en un departamento de lujo en Nueva York, manutención completa y acceso a marcas, patrocinadores, eventos internacionales y vuelos privados.
Polémica interna remece al certamen a horas de la final
Miss Universo enfrentó un fuerte cuestionamiento público luego de las renuncias de dos jueces oficiales, quienes acusaron falta de transparencia y supuesta manipulación del proceso de selección. El músico franco-libanés Omar Harfouch anunció su salida del jurado a través de redes sociales, asegurando que un “jurado improvisado” habría preseleccionado a 30 finalistas sin la presencia de los ocho jueces oficiales. “Se ha formado un jurado improvisado para seleccionar a 30 finalistas sin ninguno de los miembros reales del jurado”, afirmó.
Horas después, el exfutbolista francés Claude Makélélé también renunció, señalando “razones personales imprevistas”, aunque sin profundizar en los cuestionamientos planteados por Harfouch. “Tengo a Miss Universo en la más alta estima. La plataforma representa el empoderamiento, la diversidad y la excelencia”, expresó en su comunicado.
La Organización Miss Universo rechazó las acusaciones, afirmando que ningún grupo externo ha sido autorizado para evaluar ni seleccionar finalistas. Atribuyó la confusión al programa independiente Beyond the Crown, que opera con un comité propio y que, según la organización, habría sido malinterpretado.
Tensiones previas a la final: críticas, abandonos y una reprimenda institucional
Las renuncias se dieron en medio de un ambiente ya convulsionado. Dos semanas antes, varias concursantes abandonaron un evento oficial luego de que el director del certamen en Tailandia, Nawat Itsaragrisil, criticara públicamente a Miss México, Fátima Bosch, por no publicar contenido promocional en redes sociales.
Los videos del incidente se viralizaron y mostraron cómo múltiples concursantes se retiraron del lugar en señal de protesta. El episodio provocó una seria amonestación de la Organización Miss Universo, que envió ejecutivos internacionales para asumir temporalmente la coordinación del certamen en el país anfitrión.
A pesar del clima de tensión, la chilena Inna Moll obtuvo un lugar destacado en la competencia, consolidándose como una de las participantes más relevantes que ha tenido el país en los últimos años.

