En un importante paso hacia la seguridad hídrica de la provincia de Curicó, el gobernador regional del Maule, Pedro Álvarez-Salamanca, comprometió el financiamiento para el estudio de prefactibilidad del Embalse Lontué, también conocido como “Gran Lontué”. El anuncio se realizó el pasado 31 de agosto durante una reunión sostenida en Talca, que reunió a autoridades del agro y representantes del mundo agrícola.
La cita contó con la participación del ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela; la seremi del ramo, Claudia Ramos; autoridades de la Comisión Nacional de Riego (CNR) y dirigentes de la Federación de Juntas de Vigilancia del Maule, quienes han impulsado este proyecto por más de 20 años.
Ubicado en la confluencia de los ríos Lontué y Colorado, el embalse busca asegurar el almacenamiento de agua en tiempos de abundancia y su distribución eficiente durante períodos de escasez, beneficiando especialmente a los agricultores de Lontué y Teno, dos zonas con fuerte vocación agrícola y alta exposición a eventos de sequía.
Compromiso concreto
El estudio será financiado en conjunto entre el Gobierno Regional del Maule y la CNR, y permitirá evaluar las condiciones técnicas, ambientales y sociales para la futura construcción del embalse, considerado estratégico para enfrentar los desafíos del cambio climático y la escasez hídrica.
Miguel Dosal, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Lontué, valoró el compromiso alcanzado. “Este es un proyecto clave para la seguridad hídrica de la cuenca. Llevamos más de 20 años trabajando para hacerlo realidad, y este compromiso marca un hito concreto en esa ruta”, indicó.
Desde la Federación de Juntas de Vigilancia del Maule, su presidente José Manuel Silva también destacó la relevancia del acuerdo. “Este es un ejemplo de que cuando el mundo público y el privado se sientan a trabajar en conjunto, se pueden generar avances concretos en beneficio de miles de agricultores”, señaló.
Importancia del proyecto
Los embalses cumplen un rol clave en la regulación del recurso hídrico, especialmente en zonas agrícolas. No solo permiten enfrentar con mayor eficacia la variabilidad climática, sino que mejoran la eficiencia en la distribución del agua, regulan el caudal de los ríos y reducen los efectos de sedimentos y escorrentías.
La Junta de Vigilancia del Río Lontué, con más de 70 años de historia, ha sido la principal impulsora del embalse desde sus orígenes, y continuará participando activamente en las próximas etapas de desarrollo del proyecto.