El envío de buques, submarinos y tropas responde a la estrategia de Washington contra el narcotráfico y refuerza la presión internacional sobre el régimen de Nicolás Maduro.
WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS – La administración del presidente Donald Trump ordenó un amplio despliegue naval en el Caribe, en proximidad a las costas venezolanas, en el marco de una estrategia destinada a frenar las actividades de organizaciones criminales transnacionales vinculadas al narcotráfico.
De acuerdo a agencias internacionales, la operación contempla buques de guerra, submarinos nucleares, destructores equipados con el sistema Aegis, aeronaves de vigilancia y más de 4.000 marines. Entre las unidades involucradas se cuentan el USS Lake Erie (crucero de misiles guiados), el USS Newport News (submarino de ataque rápido) y tres destructores clase Arleigh Burke, con capacidad de interceptación aérea y marítima.
El Pentágono no ha detallado las tareas específicas de la misión, aunque fuentes de defensa citadas por medios como Reuters y CNN señalaron que las operaciones incluyen patrullaje, inteligencia y vigilancia en rutas utilizadas por el narcotráfico, con la posibilidad de ejecutar acciones selectivas en caso de autorización presidencial.
En paralelo, Francia confirmó un refuerzo militar en Guadalupe, territorio de ultramar considerado estratégico en el combate al narcotráfico en el Caribe. El gobierno francés explicó que esta decisión se alinea con los esfuerzos internacionales para enfrentar a redes criminales como el denominado Cartel de los Soles, señalado por Washington y varios países latinoamericanos como un grupo narcoterrorista con nexos en la región.

Respuesta desde Venezuela
El gobierno de Nicolás Maduro respondió con el anuncio de un despliegue de 15.000 efectivos en la frontera con Colombia, incluyendo aeronaves, drones y equipos de combate. El ministro de Interior y Justicia, Diosdado Cabello, afirmó que la medida busca asegurar la llamada “Zona de Paz 1” en los estados Zulia y Táchira, como parte de lo que denominó un “sistema defensivo territorial”.
Caracas acusó a Washington de utilizar “excusa ficticia” para justificar una ofensiva contra Venezuela, mientras sectores de la oposición regional destacaron que la presión militar y diplomática se suma a las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos y vínculos del régimen con redes ilícitas.
Escenario geopolítico
La administración Trump integró este operativo a una política más amplia que incluye la designación del Cártel de Sinaloa, el Tren de Aragua y otras organizaciones criminales como grupos terroristas globales. La estrategia busca limitar el ingreso de drogas hacia territorio estadounidense y reforzar los mecanismos de control migratorio en la frontera sur.
En Colombia, analistas calificaron este despliegue como el más grande de Estados Unidos en la región desde la invasión a Panamá en 1989, lo que ha generado especulación sobre un eventual aumento de las tensiones bilaterales en América Latina.